El mensajero y el mensaje: la sociedad Alofoke
- Raul Breton
- 1 day ago
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Por:

Leonardo Gil, Consultor en comunicación política y de Gobierno.
En República Dominicana, como en muchas sociedades contemporáneas, la figura del mensajero ha adquirido un peso tan relevante como el mensaje mismo. Un caso paradigmático es el de los youtubers e influencers, quienes, a pesar de carecer muchos de ellos de formación académica y de que usualmente adoptan comportamientos cuestionables, logran una conexión masiva con amplios sectores de la población.
¿Cómo se explica este fenómeno desde una perspectiva sociológica? En una sociedad donde las instituciones tradicionales (políticas, educativas, religiosas) han perdido credibilidad para muchos, las figuras mediáticas emergentes llenan un vacío de representación. Los youtuber y otros creadores de contenido similares proyectan una autenticidad cruda, sin filtros, que resuena con un público hastiado del discurso pulido pero distante, de las élites. La autenticidad se convierte en moneda social. La sociología señala que, en contextos de desigualdad y exclusión, los sectores populares valoran más la “identificación emocional” que la autoridad formal. Un youtuber que habla en jerga local, que exhibe sus errores y que no oculta sus orígenes humildes genera una “empatía inmediata”, algo que un académico o un político tradicional difícilmente lograrían. República Dominicana tiene una fuerte cultura de la informalidad, donde el "tigueraje" y la capacidad de "resolver y buscársela como un toro" son vistos como habilidades sociales valiosas. Alofoke por ejemplo encarna, en muchos aspectos, esta mentalidad: su éxito no proviene de seguir las reglas convencionales, sino de adaptarse y explotar los códigos populares. Esta es la cultura de la informalidad y la vivezaDesde la sociología, esto refleja una resistencia simbólica a las estructuras rígidas que históricamente han marginado a los sectores más pobres. Cuando un youtuber sin educación formal triunfa, se convierte en un símbolo de movilidad alternativa, a pesar de que su camino no sea el tradicionalmente valorado. Aunque algunos youtubers dominicanos son criticados por promover "malas costumbres", su contenido suele funcionar como un “espejo deformado de la realidad social”. Los chistes vulgares, el lenguaje soez y las actitudes polémicas son, en muchos casos, una exageración de comportamientos ya normalizados en ciertos estratos y se toma el entretenimiento como escape y crítica social. El sociólogo Frances Pierre Bourdieu uno de los más destacados de la época contemporánea hablaría de cómo el “capital cultural” determina qué discursos son legítimos. Mientras las clases altas rechazan estos contenidos por "vulgares", las clases populares los celebran porque validan sus propias experiencias. El youtuber, entonces, no solo entretiene, sino que da voz a un sector que se siente ignorado. La pérdida de influencia de figuras como políticos, profesores, periodistas o líderes comunitarios, ha dejado un espacio que ahora ocupan los influencers. En un país con altos niveles de desencanto político y desigualdad, la cercanía de un youtuber y su narrativa -aunque sea controversial- se percibe como más "real" que el discurso de un experto. Existe una crisis de los referentes tradicionales.El filósofo, sociólogo y ensayista de origen Judío Zygmunt Bauman diría que, en la “modernidad líquida, las identidades son flexibles y los jóvenes buscan referentes que reflejen esa fluidez”. Un youtuber que mezcla humor, drama y vida cotidiana sin pretensiones, encaja mejor en esta era que un discurso estructurado, pero impersonal. Alofoke y otros youtubers similares, no son simples fenómenos mediáticos, sino expresiones de una sociedad desigual, donde el éxito se mide más por la conexión emocional que por el mérito tradicional. Su popularidad revela tanto las carencias del sistema educativo y cultural como la búsqueda de representación en espacios digitales. ¿Héroes o Síntomas?La pregunta no es solo ¿por qué triunfan figuras como él? sino, ¿qué nos dice su éxito sobre las grietas que la sociedad Dominicana no ha sabido llenar? Mientras las vías convencionales de movilidad social sigan fallando, los youtubers -con todas sus contradicciones- seguirán siendo los mensajeros preferidos de una generación que ya no cree en los mensajes de siempre, en los mensajes del pasado. ¿Qué opinas?
¿Son estos youtubers un reflejo de la identidad Dominicana o un síntoma de una crisis más profunda?
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